DEJATE CAER
así dice un dicho muy conocido. Y sin duda que tiene mucha razón. Las cosas buenas y las que se valoran de la vida son aquellas en que has puesto el mayor empeño y, sobre todo, te has dejado caen las brazos de Dios. La fe es como dar un salto al vacío y a plena oscuridad, pero con la certeza que del otro lado está EL PADRE con los brazos abiertos para socorrernos en nuestra osadía de saltar.
No hay gloria sin calvario
No hay cosa más emocionante que experimentar esa sensación de caer al vacío pero saber que hay una cama de algodón esperando a nuestro aterrizaje.
Tienes planes… Vuela. Tienes metas …Surca el aire, deja que el viento inquiete tus alas, agítalas ¡elévate! No temas. Confía. Y cuando estés cansado, déjate caer con la certeza de recobrar fuerzas en los brazos de tu Amado Señor y tu mejor amigo JESUS. Nadie confía más en ti que El.
Qué esperas; enciende los motores de tus sueños…
Te espero en las alturas…